miércoles, 27 de febrero de 2013

Presentación libro "Sin embargo no se mueve"

El día 22 de febrero de 2013 tuvo lugar en el Colegio de Doctores y Licenciados de Murcia la primera presentación del libro Sin embargo no se mueve. Dejo los vídeos a continuación:





viernes, 15 de febrero de 2013

Equivalencia cinemática y dinámica entre el sistema heliocéntrico y geocéntrico de Tycho Brahe

El 31 de enero de 2013 fue publicado el artículo:
Newtonian–Machian analysis of the neo-Tychonian model of planetary motions
en European Journal of Physics. Por las condiciones de la revista, no puedo reproducir el artículo, sin embargo indico su abstract:

The calculation of the trajectories in the Sun–Earth–Mars system is performed using two different models, both in the framework of Newtonian mechanics. The first model is the well-known Copernican system, which assumes that the Sun is at rest and that all the planets orbit around it. The second is a less wellknown
model, developed by Tycho Brahe (1546–1601), according to which the Earth stands still, the Sun orbits around the Earth, and the other planets orbit around the Sun. The term ‘neo-Tychonian system’ refers to the assumption that orbits of distant masses around the Earth are synchronized with the Sun’s orbit. It is the aim of this paper to show the kinematical and dynamical equivalence of these systems, under the assumption of Mach’s principle.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Respecto al artículo publicado en La Opinión


Me veo obligado hacer varias precisiones respecto al artículo sobre mi libro Sin embargo no se mueve, publicado en La Opinión el 7 de febrero.
            En el artículo hay sendas imprecisiones, se afirma que he dicho lo que no he dicho, se entrecortan las palabras (no digo que sea intencionadamente, la revista duró media hora por teléfono), se sacan del contexto, y sobre todo no viene lo que sí quise que estuviera.
            Precisaré pues lo más importante. No dije que apoyo creacionismo, de hecho no me gustan ni el socialismo, ni el comunismo, ni el liberalismo (que vean muchos de los artículos escritos en mi blog en Infocatólica), y en general ningún ismo, porque en ellos priva la idea frente a la persona. Lo que sí dije es que como creyente creo en la Creación, y por lo tanto lo que defiendo sería más fácilmente comprendido en América (donde el 40% de la población rechaza la evolución, o es considerada creacionista), que por ejemplo en Europa, que es más secular y atea.
            En cuanto al geocentrismo, tendré que tal vez recordar la reflexión del marxista romántico Ernst Bloch (parece que en general a los marxistas se le permite opinar sin muchos límites, incluso en la esfera de lo políticamente incorrecto):
            Según [Ernst] Bloch, el sistema heliocéntrico – así como el geocéntrico – está basado sobre presuposiciones que no pueden ser empíricamente demostradas. Entre éstas, un papel importante desempeña la afirmación de la existencia de un espacio absoluto; esta es una opinión que, en cualquier caso, ha sido anulada por la Teoría de relatividad. Bloch escribe, en sus propias palabras: ‘a partir del momento que, con la abolición de la presuposición de un espacio vacío e inmóvil, el movimiento ya no es más producido hacia algo, sino que hay sólo un movimiento relativo de cuerpos entre sí, y por lo tanto la medida de aquel [movimiento] depende en alto grado de la opción de un cuerpo para servir como un punto de referencia, en este caso ¿no es simplemente la complejidad de cálculos que hace poco práctica la hipótesis [geocéntrica]? Entonces como ahora, uno puede suponer que la tierra está fija y el sol como móvil”.
            El que recordó estas palabras de Bloch fue el entonces Cardenal Ratzinger, el 15 de marzo en Parma (Italia) cuando daba una conferencia sobre el caso Galileo. Fueron estas palabras las que provocaron el boicot a la conferencia inaugural del Papa en la Universidad de Sapienza hace pocos años, no porque fuera el Papa, sino porque tocó este asunto, incluso en los términos arriba señalados.
            Esta postura científica que recordaba Bloch tendría que ser archiconocida por todos, sin embargo no lo es, de allí entre otras cosas el revuelo que se formó.
            Es cierto que en el libro citado los autores defendemos el geocentrismo no como hipótesis, sino como una tesis, pero también subrayé que (lo cual consta también en el mismo libro) que si los experimentos diseñados para detectar el movimiento de la Tierra en los últimos 150 años se realizasen en la Luna o al bordo de un satélite, no siendo ya proclamados nulos porque confirmaban paradójicamente la inmovilidad de la Tierra, indicasen un argumento contrario a lo que defiendo, me vería obligado a reconsiderar mi postura, que por cierto, sigue siendo la misma porque no tengo argumentos para pensar lo contrario.
            Dije que la fe no es irracional ni es compatible con un absurdo, Dios no puede construir un triángulo de cuatro vértices o hacer el mal, pero como persona religiosa admito la certeza de la siguiente y obvia frase: la Tierra se mueve, o no, no excluyendo ese “o no”, debido a que por la misma fe no me niego a aceptar como posibilidad la posición central de la Tierra en el universo, como lugar privilegiado para el ser humano, coronación de la Creación. Lo que observo en el mundo creado no me contradice tal afirmación.

sábado, 9 de febrero de 2013

Precisar unas ideas


Algunas veces la primera obligación de un hombre inteligente es reexaminar lo obvio.
(George Orwell)

De la carta a un periódico:

                Estimado, empiezo esta breve descripción de lo tratado en el libro Sin embargo no se mueve, con esta frase lapidaria de Orwel. Efectivamente, puedo hablar solamente con aquellos que sean capaces de admitir la siguiente frase como verdadera: “la Tierra se mueve, o no”, lo cual debería ser obvio, sin embargo no lo es tanto.

                Respondo de forma unificada a sus preguntas:
¿Con qué datos pueden afirmar que la Tierra es el centro del universo?
¿Su idea es contraria a cualquier otro planteamiento científico?
¿Cuentan con apoyos de la comunidad científica?
¿Consideran que la Tierra no es un planeta?
¿Su visión es exclusivamente católica?

                En primer lugar debemos diferenciar la interpretación de la realidad, de la realidad misma. Que dos modelos, el heliocéntrico y el de Tycho Brahe (ligeramente modificado) sean geométricamente equivalentes, es archisabido. Pero esa equivalencia se prolonga también en varios aspectos físicos. En ese sentido, comenzamos el libro refutando las “pruebas” de Galileo, algunas de las cuales todavía se presentan como válidas.
               
                Eso ya es bien conocido. Ya en 1975, Carl E. Wulfman (University of the Pacific) en su carta a Mr. Roush (citado en “Galileo to Darwin” por P. Wilders, Christian Order, April 1993, p. 225.), decía: “He dicho en mi clase que si Galileo tuviera que afrontar el juicio de la Iglesia en los tiempos de Einstein, perdería su causa por argumentos mucho más fuertes. Puede utilizar mi nombre si lo desea.”

                En el mismo sentido, nada menos que el P. Walter Brandmüller, el Presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas decía recientemente:
“La condenación de las posturas de Galileo sobre la posición fija del sol y el movimiento de la tierra, que es tan a menudo descrita como un error del Magisterio de la Iglesia, es probada bajo la investigación más detallada como justificada en su tiempo… Más todavía, los hallazgos científicos más recientes reivindican la Iglesia de 1633”.

                En ese sentido, en la actualidad se utilizan, como modelos válidos, los geocentrismos de Fred Hoyle, Einstein, Thirring, Rosser, Bondi, Lemaître-Tolman-Bondi Model, Brill – Cohen, Moon y Spencer, Møller, Brown, Nightingale, Lynden-Bell, Barbour y Bertotti.

                Nosotros, naturalmente, junto con algunos geocentristas americanos, como Robert Bennett, doctor en la Relatividad General por el Stevens Institute of Technology, autor del capítulo 10 del libro Galileo Was Wrong, The Church Was Wright  I, es decir de detallada, técnica y matemática explicación de varios argumentos a favor de geocentrismo. Asesor de todo el proyecto del libro GWR, cuyo principal autor es el apologeta amereciano Robert Sungenis; nosotros pues no solamente interpretamos mediante un modelo válido la realidad, sino encima, por colmo si queréis, que efectivamente la Tierra está en el centro del universo quien es el gira alrededor de la Tierra (por cierto, al ser la Tierra el centro del universo, en ese sentido obviamente no es un planeta.) Todo eso a base de extensos argumentos que abordamos en el libro.

                Seguimos pues respondiendo en el siguiente capítulo del libro a las objeciones comunes al geocentrismo: paralaje, aberración, péndulo de Foucault, velocidades enormes que alcanzarían los límites del universo (finito y abierto) al girar alrededor de su centro, el tema de satélites, etc.

                Para resumir, indicamos que en este tipo de “pruebas” se comete esencialmente el error de razonamiento consistente en aplicar malamente el modus poniendo ponens. Es decir, si P implica Q, y Q es cierto, no se puede necesariamente deducir que P sea cierto, ya que si existe otra causa P1 tal que implique Q, la misma realidad Q puede ser producida por dos causas diferentes. Por ejemplo, el péndulo de Foucault va a girar tanto si la Tierra rota, como si es el universo entero el que rota, según el principio de Mach, etc.

                A continuación tratamos las evidencias telescópicas, no pruebas, de que la Tierra está efectivamente en el centro. A esa conclusión ya llegaba Ewin Hubble, pero a la cual rechazaba como un “horror”, algo “intolerable” o como un “pensamiento depresivo”. Citamos las evidencias de Gamma-Ray Bursts, Quasars, BLac and X-Ray Bursts, Galaxies: Spheres of Stars around the Earth as Center, Spectroscopic Binaries and Globular Clusters, The Sloan Digital Sky Survey, etc. Nosotros, como admitimos aquel: “o no”, no estamos depresivos para nada.

                Pasamos a abordar a continuación las evidencias experimentales de que la Tierra no se mueve. Son, unos famosos otros no por ser de facto relegados a segundo planos por ser incómodos, los experimentos de Airy, Michelson, Michelson-Morley, Sagnac, Michelson-Gale, anomalía ARA, paradoja lunar,  etc.

                Todos estos experimentos tienen una clara, evidente, interpretación geocéntrica. Para evitarla se tuvo que recurrir a la teoría de la Relatividad Especial y luego General, de la cual mostramos sus incogruencias y que las pruebas a favor de tal no son concluyentes, que por otra parte es secreto a voces. Es más, más de un doctor en física ha reconocido que solamente en los últimos años ha sabido de la existencia de los experimentos de Sagnac (1913) y de M-G.

                Ahora llegamos a la parte más difícil para muchos. ¿Cómo es posible que hemos estado en el error durante cuatro siglos, se preguntarán tantos? ¿Pero no es el hecho de que la tierra orbita alrededor del sol realmente un hecho incuestionable, que no admite discusión, archiprobado y sabido? Pues no. Lo difícil en toda esta cuestión es dar su brazo a torcer, reconocer que tal vez (incluso eso) la ciencia (¿sería la primera vez?) se ha equivocado. Al final, se trata de una prueba de honestidad intelectual y valor. Porque, comprenderá, decir esto significa exponerse a un escarnio voluntario para el que muchos no ven sentido, no saben por dónde cogerlo, ¿está loco?, ¿es un fideísta?, ¿se le ha ido la cabeza?, ¿quiere ganar dinero aunque le den por todos lados?... Aquí no cuadra nada, excepto la búsqueda apasionada de la verdad.

                Retamos, junto con otros geocentristas, a la comunidad científica a que realicen en la luna (o satélites) los experimentos diseñados para detectar su supuesta velocidad orbital. ¿Qué es lo que vamos a obtener? A decir la verdad, eso mismo (aunque dando el heliocentrismo como válido) piden algunos relativistas. Pero si los que evitan la interpretación geocéntrica de citados experimentos recurren, como única salida, a que, sin prueba alguna, con velocidad tiempo se dilata, la longitud se contrae, masa aumenta; no por favor, no recurrimos a esa “física de la desesperación” como llamó Poincaré a las ecuaciones de contracción de Lorenz.

                Unos me dicen, ¿y cómo te imaginas la Tierra “suspendida sobre vacío” sin moverse? (De paso digo que se trata de efecto giroscopio aplicado para el centro de masa), le respondo ¿y cómo cree usted que todo ha salido de ese “huevo cósmico” dando por hecho que toda la materia del universo está allí comprendida de alguna forma? ¿Y sobre qué está suspendido ese “huevo cósmico”? Para tantos será descerebrado y ridículo lo que digo, pero para mí es sobremanera inconsistente tal afirmación, a la cual no tengo ni argumentos, ni obligación intelectual alguna de seguir.

                Por fin, llegamos a la parte más peliaguda (para nosotros una parte muy natural) del asunto. ¿Qué tiene que ver esto con la religión, en concreto la católica? Bueno, aclaramos que se trata de nuestra postura particular, que sin embargo vemos perfectamente coherente con nuestra fe. Si la viéramos absurda, no podríamos defenderla. Porque creemos que Dios no es capaz, siendo omnipotente, de crear un triángulo de cuatro vértices. Es decir, Dios no puede crear un absurdo, como tampoco puede hacer el mal. La razón no puede contradecir la fe. Como decimos al principio de la obra: Hay algo indómito en el hombre de todas las épocas: es su sed de la verdad. Hasta el punto de que no se puede tener felicidad sin defender la verdad. Pero las verdades crecen en la sombra de la Verdad; son amigas de la Verdad. Es más, es la Verdad la que impulsa al hombre a buscarla y a amarla.


                Me temo que me he extendido, tal vez la parte filosófico y religiosa es la que menos he tratado, pero si usted lo solicita, le escribo más en otra ocasión. Terminaré con el último párrafo del libro:

Erich Fromm escribió su obra famosa El miedo a la libertad.
Pensamos que hay un miedo mucho mayor, opresor e injusto. Es el miedo a Dios. Para no tenerlo, muchas veces, creemos las más de las veces, hay que vencer el miedo a la verdad. El miedo a actuar en consecuencia con ella. Es, en definitiva, a lo que invitamos a los lectores. A buscarla, a encontrarla, a defenderla.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Sin embargo no se mueve


Sin embargo no se mueve


Puedo hablar solamente con aquellos que sean capaces de admitir la siguiente frase como verdadera: “La Tierra se mueve, o no.”
Es decir, el diálogo es imposible con aquellos que admiten como cierta per se solamente una de las dos afirmaciones, sin considerar la otra.
Bueno, sin buscarlo ni hacer publicidad nosotros todavía, menos Juan Carlos Gorostizaga en su humilde blog de google a unos días de la publicación del libro Sin embargo no se mueve, por la sola publicidad de la editorial americana de autoedición, Lulu, empezó a circular la noticia por la red. Que si una entrevista en la radio de unos minutos, que si otra, ahora me llamaron de la prensa local, no me ha dejado tiempo para escribir tranquilamente una reseña del libro, como me suele gustar. Es más, parece que debo hablar de todo lo que escribimos, lo cual es imposible.
No obstante, procuraré en poco tiempo transmitir lo esencial. Un libro de 310 páginas no puedo resumir en unos folios. Tal vez más adelante escriba más, ahora solamente lo imprescindible. Echaré mano de unos vídeos, lamento que sean solamente en inglés, pero son bastante buenos y comentan en lo esencial algunos de los experimentos abordados en el libro.
El motivo de publicarlo en Lulu.com es porque obtuvimos la negativa en un par de editoriales en las que confiábamos que van a aceptar este libro para su publicación, pero creemos que el tema les ha asustado. Habrán tenido que sopesar las consecuencias que tal vez tendrían que afrontar por su publicación, ya que lo tratado se puede considerar de una especie de herejía científica. Fuera lo que fuera (por el motivo anterior ni siquiera se lo ofrecimos a Vita Brevis), no sea que se vean perjudicados. De allí pues, el publicarlo en esta editorial, con un precio asequible. Nos gustaría organizar una visita a España de uno de los máximos defensores de esta temática en el mundo, a Robert Sungenis y a Robert Bennett.
Robert Sungenis,


es conocido apologeta americano, autor de numerosos libros y ensayos. Su tesis doctoral Galileo Was Wrong, The Church Was Wright de 700 páginas en el volumen 1º de su obra (el vol. 2 de 460) trata de geocentrismo en su perspectiva científica, apoyado por los comentarios y aportaciones de R. Bennett, doctor en la Relatividad General por el Stevens Institute of Technology, autor del capítulo 10 del citado Vol. I, es decir de detallada, técnica y matemática explicación de varios argumentos a favor de geocentrismo. Asesor de todo el proyecto del libro GWR.
Después de la demostración de que las pruebas de Galileo eran formalmente inválidas, y que la postura de San Bellarmino ha sido intachable, como consta de por ejemplo de este punto de su carta a Fr. Foscarini (carmelita), un discípulo de Galileo:
“Tercero. Yo digo que si hubiera una verdadera demostración de que el sol está en el centro del universo y la tierra en la tercera esfera, y que el sol no viajara alrededor de la tierra, sino que la tierra circulara el sol, entonces podría ser necesario proceder con gran cuidado al explicar los pasajes de la Escritura que parecen contrarios, y deberíamos más bien decir que no los comprendimos, antes que decir que alguno era falso como se ha demostrado. Pero yo no creo que haya una tal demostración; ninguna me ha sido mostrada.” (Negritas son mías)
Pues eso es lo que afirmamos en el libro, Pero yo no creo que haya una tal demostración; ninguna me ha sido mostrada,”. Es decir, ya en 1975, Carl E. Wulfman (University of the Pacific) en su carta a Mr. Roush (citado en “Galileo to Darwin” por P. Wilders, Christian Order, April 1993, p. 225.), decía: “He dicho en mi clase que si Galileo tuviera que afrontar el juicio de la Iglesia en los tiempos de
Einstein, perdería su causa por argumentos mucho más fuertes. Puede utilizar mi nombre si lo desea.”
Es decir, el P. Walter Brandmüller, el Presidente del Pontificio Comité de Ciencias
Históricas decía recientemente:
“La condenación de las posturas de Galileo sobre la posición fija del sol y el movimiento de la tierra, que es tan a menudo descrita como un error del Magisterio de la Iglesia, es probada bajo la investigación más detallada como justificada en su tiempo… Más todavía, los hallazgos científicos más recientes reivindican la Iglesia de 1633” …
pero nosotros encima, y por supuesto, afirmamos a base de todo lo expuesto en el libro que el universo entero gira alrededor de la Tierra.
El índice del libro es el siguiente:
ÍNDICE
Introducción ……………………………………………………………………………….. 1
CAPÍTULO I
ARGUMENTOS EN EL JUICIO A GALILEO. SU VALIDEZ
Galileo y su prueba inválida de las manchas solares ………………………. 11
La prueba de las fases de Venus y el doble error de Galileo ……………. 18
Galileo y las mareas …………………………………………………………………… 24
¿La existencia de mareas prueba el movimiento de la Tierra? ………… 27
La sabiduría de San Roberto Bellarmino ……………………………………… 29
La santa y prudente defensa de la Iglesia contra la imposición del
heliocentrismo …………………………………………………………………………… 32
La manipulación del caso Galileo ………………………………………………… 41
La sentencia de Galileo ………………………………………………………………. 43
La inédita retractación de Galileo ……………………………………………….. 48
Galileo y la caída del orden científico ………………………………………….. 52
¿Ha rehabilitado la Iglesia a Galileo? ………………………………………….. 67
El discurso de S.S. Juan Pablo II ante la P.A.S………………………………. 66
CAPÍTULO II
LAS OBJECIONES COMUNES AL GEOCENTRISMO
Equivalencia entre los sistemas heliocéntrico y geocéntrico …………… 77
Según las leyes de Newton, ¿no tiene que rotar siempre el cuerpo
menor en torno al mayor? …………………………………………………………… 80
Las fases de Venus ¿no descartan el geocentrismo? ………………………. 81
El movimiento retrogrado de Marte, ¿no prueba el heliocentrismo? …. 82
El paralaje estelar no prueba el movimiento terrestre …………………….. 83
Algo más sobre el paralaje y las distancias estelares ………………………. 84
El paralaje estelar y/o la aberración estelar son pruebas ¿de qué? ……. 86
La diferencia entre paralaje aberración. ……………………………………. 91
La aberración desde el geocentrismo …………………………………………… 92
Otros problemas con la aberración ………………………………………………. 92
El péndulo de Foucault no prueba el movimiento de la Tierra …………. 94
La objeción nº 1: Si la Tierra estuviera en el centro del universo,
entonces los astros más alejados se desplazarían con velocidades
superiores a la velocidad de la luz. Eso es imposible. …………………… 96
VI
Puntos de Lagrange y Heliocentrismo …………………………………………. 109
La NASA no dice la verdad ……………………………………………………….. 113
La real Paradoja de los gemelos …………………………………………………. 117
El perihelio residual de Mercurio como “prueba” de la Relatividad
de Einstein ……………………………………………………………………………… 120
El eclipse de 1919 como “prueba"de la Relatividad ……………………… 123
Pero ¿no hay ninguna prueba a favor del heliocentrismo? ……………… 126
Una descripción del movimiento del sol en torno a la Tierra. …………. 127
CAPÍTULO III
LOS EXPERIMENTOS QUE CONFIRMAN QUE LA TIERRA
ESTÁ INMÓVIL EN EL ESPACIO
Los experimentos de Dominique François Arago …………………………. 137
Los experimentos de Augustin Fresnel ……………………………………….. 138
Los experimentos de Armand Fizeau ………………………………………….. 141
El sorprendente experimento de Airy ………………………………………….. 144
El experimento nulo de Michelson ……………………………………………… 147
El experimento de Michelson – Morley ………………………………………. 149
Interpretación geocéntrica de los resultados del experimento de
Michelson-Morley ……………………………………………………………………. 153
El experimento de Sagnac …………………………………………………………. 164
El experimento de Michelson-Gale …………………………………………….. 173
Anomalía A.R.A. ¿evidencia de no rotación? ………………………………. 177
Los experimentos LLR confirman el geocentrismo ………………………. 183
CAPÍTULO IV
EVIDENCIAS DE LA POSICIÓN CENTRAL DE LA TIERRA Y
LAS PARTICULARIDADES DE LA MISMA
En el fondo la Tierra ni puede girar …………………………………………….. 187
El universo geocéntrico en las revelaciones a Santa Hildegarda
de Bingen ………………………………………………………………………………… 191
La simplicidad geocéntrica del analema solar ………………………………. 200
Anisotropía y el “Eje del Maligno” …………………………………………….. 202
Prueba de que la Mecánica de Newton para describir el Sistema
Solar con el modelo heliocéntrico resulta imposible ……………………… 207
Sobre satélites geostacionarios ………………………………………………….. 212
Similitud entre el satélite MARISAT 3 y el sol …………………………….. 218
Datos recientes apuntando al geocentrismo ………………………………….. 220
VII
CAPÍTULO IV
GEOCENTRISMO Y CREACIÓN EN LOS PADRES DE LA
IGLESIA
Sobre la inerrancia de la Biblia ………………………………………………….. 225
El geocentrismo en los Padres de la Iglesia …………………………………. 231
La creación del firmamento y de la Tierra …………………………………… 234
La creación de los cuerpos celestes ……………………………………………. 237
Los Padres respecto al universo geocéntrico ……………………………….. 240
El consenso de los Padres respecto a la esfericidad de la Tierra …….. 244
Las citas bíblicas más destacadas que afirman o presuponen la
inmovilidad de la Tierra ……………………………………………………………. 245
EPÍLOGO
Creación y evolución. Sobre el pecado original …………………………… 251
¿Son infinitos el espacio, el tiempo, la materia? …………………………… 305
Conclusión ……………………………………………………………………………… 307
No se trata de ninguna “venganza” histórica, aunque el caso Galileo se ha manipulado sobremanera:
“Sacar la Tierra del centro del universo, significaba para la mentalidad moderna que la Iglesia se equivocó y que la Biblia es un cuento. Y que de paso Dios no existe. Fue la causa del regocijo y congoja de Nietzsche en Así habló Zaratustra: «¿A dónde se fue Dios?, gritaba. Os lo diré. Nosotros lo hemos matado – tú y yo. Nosotros somos sus asesinos. ¿Pero cómo lo hicimos? ¿Cómo hemos sido capaces de beber el mar? ¿Quién nos ha dado la esponja para absorber
el horizonte entero? ¿Qué hicimos cuando desencadenamos la Tierra de su sol? Dios ha muerto. Dios permanece muerto. Y nosotros lo hemos matado». Lo que se dijo a Natalia en Los vientos de Guerra no es menos suave: “El Cristianismo está muerto y tirado en la cuneta desde que Galileo le cortó el cuello.””
Se trata de un amor apasionado por la verdad, eso, y nada más.
De allí que el libro empieza con:
Algunas veces la primera obligación de un hombre inteligente es reexaminar lo obvio.
(George Orwell)
dice en el comienzo:
“Hay algo indómito en el hombre de todas las épocas: es su sed de la verdad. Hasta el punto de que no se puede tener felicidad sin defender la verdad. Pero las verdades crecen en la sombra de la Verdad; son amigas de la Verdad. Es más, es la Verdad la que impulsa al hombre a buscarla y a amarla.
y termina con:
“Erich Fromm escribió su obra famosa El miedo a la libertad.
Pensamos que hay un miedo mucho mayor, opresor e injusto. Es el miedo a Dios. Para no tenerlo, muchas veces, creemos las más de las veces, hay que vencer el miedo a la verdad. El miedo a actuar en consecuencia con ella. Es, en definitiva, a lo que invitamos a los lectores. A buscarla, a encontrarla, a defenderla.”
Dios todo lo hizo por ti.
A continuación algunos vídeos de interés:
El experimento de Airy:



El experimento de Sagnac:

Varios experimentos, sobre Foucault, etc:

Sobre la inconsistencia de Big Bang: