sábado, 23 de marzo de 2013

El discurso (del 22 de octubre de 1996) del Beato Juan Pablo II a la Pontificia Academia de las Ciencias, no ha sido escrito (al parecer ni pronunciado) por el Pontífice; pruebas aportadas


Los datos aportados por este artículo, fácilmente comprobables en las mismas fuentes referidas, son una prueba evidente de que el Magisterio de la Iglesia no entra en la contradicción de ninguna clase. Pero lamentablemente también son pruebas de cómo el Magisterio puede ser el objeto de burdo deseo de manipulación y tergiversación, hasta el punto de ser falsificado un discurso atribuido al mismo Pontífice, supuestamente dirigido a un organismo tan importante como es la PAS. Veámoslo.

El 22 deoctubre de 1996 se produce, supuestamente, un discurso (se titula más bien como “mensaje”) de Juan Pablo II a los miembros de la PAS que fundamentalmente trataba el tema de la evolución. En el mismo se producen una serie de afirmaciones que saltaron inmediatamente a los titulares de la prensa internacional más influyente, a modo de ejemplo, con fecha ya de 24 de octubre, el diario conservador Il Giornale hace constar en los titulares que El Papa afirma que puede ser que  descendemos de los monos, para La República El Papa ha hecho paces con Darwin. Al día siguiente Le Monde titula una editorial anónima con la sentencia Darwin rehabilitado por la Iglesia, etc., etc.

No obstante, la consecuencia más grave posiblemente consista en que, especialmente a partir de este mensaje, en tantas y tantas  facultades de teología, publicaciones apologéticas y ensayos teológicos emitidos por autores de buena doctrina se ha introducido la enseñanza y aceptación implícita del hecho de la evolución como si este fuese una cosa sobradamente probada. Es más, como si el mensaje del Santo Padre constituyese una especie de dogma, o por lo menos como si se tratara de una encíclica o un documento similar.

Lejos de mí que considere un mensaje a la PAS un documento irrelevante; precisamente en eso está el problema, cuando se presenta ni más ni menos por lo que no es, como demostraré a continuación.

Al Beato Juan Pablo II se atribuye la siguiente frase (punto 5): Pío XII había destacado este punto esencial: el cuerpo humano tiene su origen en la materia viva que existe antes que él, pero el alma espiritual es creada inmediatamente por Dios («animas enim a Deo immediate creari catholica fides nos retinere iubet»: encíclica Humani generis: AAS 42 [1950], p. 575).
¿Pero qué es lo que exactamente dijo Pío XII? Lo siguiente (HG, 29): Por todas estas razones, el Magisterio de la Iglesia no prohíbe el que —según el estado actual de las ciencias y la teología— en las investigaciones y disputas, entre los hombres más competentes de entrambos campos, sea objeto de estudio la doctrina del evolucionismo, en cuanto busca el origen del cuerpo humano en una materia viva preexistente —pero la fe católica manda defender que las almas son creadas inmediatamente por Dios—.

O sea y resumidamente que el Magisterio no prohíbe que la evolución sea objeto de estudio por las personas competentes. ¿Acaso afirma Pío XII en HG lo que Beato Juan Pablo II supuestamente dijo que Pío XII había dicho? Como vemos, nada de nada. Y para que conste que tal afirmación desentona de todo el texto de la encíclica, no solamente del que mencioné, cito otros párrafos del mismo documento de Pío XII:

Pero algunos traspasan esta libertad de discusión, obrando como si el origen del cuerpo humano de una materia viva preexistente fuese ya absolutamente cierto y demostrado por los datos e indicios hasta el presente hallados y por los raciocinios en ellos fundados; y ello, como si nada hubiese en las fuentes de la revelación que exija la máxima moderación y cautela en esta materia.
………
Algunos admiten de hecho, sin discreción y sin prudencia, el sistema evolucionista, aunque ni en el mismo campo de las ciencias naturales ha sido probado como indiscutible, y pretenden que hay que extenderlo al origen de todas las cosas, y con temeridad sostienen la hipótesis monista y panteísta de un mundo sujeto a perpetua evolución. Hipótesis, de que se valen bien los comunistas para defender y propagar su materialismo dialéctico y arrancar de las almas toda idea de Dios.
……………..
Pero, aunque sabemos que los maestros y estudiosos católicos en general se guardan de tales errores, Nos consta, sin embargo, que aún hoy no faltan quienes, como en los tiempos apostólicos, amando la novedad más de lo debido y temiendo ser tenidos por ignorantes de los progresos de la ciencia, procuran sustraerse a la dirección del sagrado Magisterio, y así se hallan en peligro de apartarse poco a poco e insensiblemente de la verdad revelada y arrastrar también a los demás hacía el error.”
Es suficiente saber leer para darse cuenta que Pío XII se alejaba notoriamente de la afirmación según la cual “…el cuerpo humano tiene su origen en la materia viva que existe antes que él…”, mejor dicho, no se alejaba notoriamente, sino sencilla y llanamente no había dicho para nada lo que supuestamente se le atribuía, punto.

Tal engaño es borde e inadmisible. Los que lo hicieron, saben bien la importancia y el alcance de un documento magisterial como lo es una encíclica. Bien lo señalaba el mismo Pío XII  (Humani Generis, 149:

Ni puede afirmarse que las enseñanzas de las encíclicas no exijan de por sí nuestro asentimiento, pretextando que los Romanos Pontífices no ejercen en ellas la suprema majestad de su Magisterio.
Pues son enseñanzas del Magisterio ordinario, para las cuales valen también aquellas palabras: El que a vosotros oye, a mí me oye; y la mayor parte de las veces, lo que se propone e inculca en las Encíclicas pertenece ya —por otras razones— al patrimonio de la doctrina católica. Y si los sumos pontífices, en sus constituciones, de propósito pronuncian una sentencia en materia hasta aquí disputada, es evidente que, según la intención y voluntad de los mismos pontífices, esa cuestión ya no se puede tener como de libre discusión entre los teólogos.
Por los cual, nuestro predecesor, de inmortal memoria, Pío IX, al enseñar que es deber nobilísimo de la teología mostrar cómo una doctrina definida por la Iglesia se contiene en las fuentes, no sin grave motivo añadió aquellas palabras: con el mismo sentido, con que ha sido definida por la Iglesia.”
El Mensaje de Juan Pablo II a la PAS no chirría solamente en el citado párrafo, donde la discordancia es escandalosa, sino en varias expresiones más a lo largo de este, por colmo, breve mensaje. Recuerdo lo siguiente, de su punto 3:
En su encíclica Humani generis (1950), mi predecesor Pío XII ya había afirmado que no había oposición entre la evolución y la doctrina de la fe sobre el hombre y su vocación, con tal de no perder de vista algunos puntos firmes (cf. AAS 42 [1950], pp. 575-576).”
Con todo lo que hemos señalado de la encíclica HG queda patente tal discordancia una vez más. Realmente es indignante este juego con las afirmaciones de un pontífice de la Iglesia. Las cosas, objetos y personas sagradas nos merecen máximo respeto a los católicos y no respetarlo es indignante y gravemente ofensivo.
Por último, la PAS tampoco se merece esto. Juan Pablo II recuerda en el inicio del mensaje:

“Al celebrarse el sexagésimo aniversario de la refundación de la Academia, me complace recordar los propósitos de mi predecesor Pío XI, que quiso rodearse de un grupo elegido de sabios, esperando que informaran con toda libertad a la Santa Sede sobre el desarrollo de la investigación científica, y que así le ayudaran en sus reflexiones. A quienes solía llamar el Senatus scientificus de la Iglesia, les pedía que sirvieran a la verdad. Es la misma invitación que os renuevo hoy, con la certeza de que podremos aprovechar la «fecundidad de un diálogo confiado entre la Iglesia y la ciencia»”
¡Qué más quisiera yo que la ciencia sirviera a la verdad! ¡Qué más quisiera!
Pero la verdad necesita honestidad, sacrificio y valor para defenderla. Necesita una información no trucada, no manipulada. Por ende, más de lo que muchos piensan, la ciencia tiene una antesala de filosofía que la inspira y en cierto sentido guía. El mismo Einstein afirmó que si no hubiese sido por la lectura de las obras filosóficas de Mach y Hume, nunca hubiera llegado a formular la Teoría de la Relatividad. Si ahora esta plataforma ideológica se ve perturbada por afirmaciones falsamente atribuidas a un pontífice, el engaño engorda exponencialmente y el eco del mismo corre por la Tierra a la velocidad de los medios de comunicación.
De todo lo dicho anteriormente, el engaño resulta probado en los datos teóricos aportados (textos citados disponibles en internet en la actualidad). Pero existe un testimonio, de momento anónimo, que confirma, mejor dicho explica, cómo pudo ocurrir esta manipulación. Un sacerdote que estuvo ese día en la audiencia papal para la PAS testimonia que, paradójicamente, el Papa ni siquiera estuvo en la audiencia señalada.
La información la facilita Hugo Owen, director de The Kolbe Center for the Study of Creation (la carta en inglés se puede leer aquí), que a su vez proviene de Dr. Dominique Tassot, el editor de la excelente revista francesa del Centre D'Études et Prospectives la Science (CEP). Tassot relata lo siguiente:
“El 22 de octubre de 1996, la comunidad científica y la mass media dieron cuenta del mensaje pronunciado por Beato Papa Juan Pablo II en la asamblea general de la Pontificia Academia de las Ciencias, con relación a las teorías de evolución. La parte principal de este mensaje, una pequeña frase que hizo de titular en muchos periódicos, es la que sigue: ‘Hoy… el conocimiento actual nos lleva ver en la teoría de la evolución más que una hipótesis.’
Esta frase fue interpretada inmediatamente como la aprobación del Santo Padre del principio de la evolución biológica… Sin embargo, ahora sabemos que Juan Pablo II nunca pronunció este discurso. Ni siquiera se había reunido con los miembros de la PAS porque la reunión planificada fue cancelada. La carta del citado sacerdote dice:

“Yo era un miembro de este simposio sobre la evolución. Beato Juan Pablo II NUNCA pronunció el discurso del 22 de octubre de 1996, atribuido a Su Santidad. El texto, sin la firma, fue entregado a los miembros de la PAS sin audiencia papal alguna. Después del evento, le pregunté al Padre Cottier, hoy cardenal. Él me dijo que él mismo escribió la parte del documento pero en el mismo intervino un secundo autor, insertando sus adiciones propias en el texto sin enseñárselas. (Eso era precisamente la obligación del Padre Cottier, teólogo oficial del Papa, leer todos los textos antes de ser firmados por el Papa.)
En consecuencia, el lector oficial no pudo llevar a cabo su misión, fue punteado. ¡De la misma forma Juan Pablo II nunca leyó o revisó el citado texto!”

No obstante, recordaré una última cita del comentado mensaje, una reflexión respecto a la validez de una determinada teoría: “La teoría prueba su validez en la medida en que puede verificarse, se mide constantemente por el nivel de los hechos; cuando carece de ellos, manifiesta sus límites y su inadaptación. Entonces, es necesario reformularla.”

Es, en definitiva, lo que sigo afirmando desde hace bastante tiempo -los hechos, la ciencia y la lógica nos indican que el lugar para la “teoría” de la evolución en la historia de la humanidad es su cubo de la basura. No hay otro lugar más digno para aquello que necesita de artimañas sin fin para su promoción.

jueves, 7 de marzo de 2013

Robert Gentry, su participación en el juicio de Arkansas: consecuencias e implicaciones; relación entre la fe y la razón


En el libro Sin embargo no se mueve, hemos comentado el análisis de la presencia de los halos de polonio en las rocas de granito, efectuado por un extraordinario experto en radio y geoquímica, Robert Gentry. Reproduzco a continuación una entrevista con el mismo experto sobre su hallazgo, su implicación en el debate sobre la enseñanza de la evolución y las teorías científicas que avalan la creación directa del universo y de las especies realizada por Dios (llamadas peyorativamente creacionismo). Dr Robert Gentry, a pesar de ser un experto líder en su materia, fue expulsado del laboratorio para el que trabajaba debido a su postura avalaba la Creación directa, sin fases intermedias (tipo evolución).

Oak Ridge Laboratory en EE. UU. es uno de los laboratorios más conocidos del mundo referentes a la especialidad de radio y geoquímica. Los expertos de este laboratorio tienen distintos cometidos, uno de los cuales es el almacenamiento de los residuos nucleares en las rocas básicas de la Tierra – granito. Uno de los principales expertos de este laboratorio, hasta hace poco, ha sido el Dr. Robert Gentry, autor de numerosos trabajos científicos publicados en las revistas científicas de prestigio. Pero, un día fue despedido, sin más. ¿La razón? Sus impresionantes descubrimientos que rebaten la formación paulatina de la Tierra (y de paso la evolución), a los cuales se atrevió publicar en las revistas científicas de renombre. Y no solamente eso. En el juicio en el estado de Arkansas, se atrevió ser un testigo que defendía la introducción del concepto de la creación bíblica en los currículum educativos.

Gentry responde a las siguientes preguntas:

Dr. Gentry, ¿defendía usted siempre su postura actual?

He nacido en una familia americana liberal y cristiana. No me ocupaba mucho de las evidencias científicas que apoyaban las narraciones bíblicas, sino que era un cristiano al que le importaba que Dios exista, pero no entraba en los detalles de la relación entre la teología la ciencia. Mientras estudiaba física, he observado como algunos estudiantes religiosos se rebelaban cuando el profesor exponía unas supuestas pruebas de la evolución y de Big Bang. El profesor les tranquilizaba con las palabras de que tal vez “Dios haya iniciado el Big Bang y la evolución, y que los días de la Creación son solamente unas representaciones simbólicas de los millones de años de la evolución guiada por Dios”.
He aceptado esa explicación científica y luego como profesor explicaba a los alumnos “la evolución guiada por Dios”.

¿Qué le hizo cambiar su postura sobre la evolución?

Un día se me acercó un hombre y me preguntó si creía que los 10 mandamientos de Dios son verdaderos. Le respondí que sí. Entonces me preguntó si creía que los días de la creación son simbólicos y que presentan los millones de años de la evolución. Le dije que sí. Entonces me recordó las palabras de uno de los mandamientos que afirma que debemos trabajar durante seis días, y el día séptimo debemos descansar “porque Dios lo creó todo en seis días, y descansó el día séptimo”. El hombre continuó: “si los días de la Creación representan millones de años, entonces este mandamiento no tiene sentido. Y si este mandamiento no tiene sentido, ¿cómo podemos aceptar que los demás mandamientos tengan sentido?”

Estaba confundido y no sabía qué contestar. Mi fe en Dios y dedicación a la ciencia entraron en una gran crisis. Sería más que hipócrita seguir explicando a los estudiantes lo que yo mismo ya no era capaz de creer – que son compatibles la evolución y la Biblia.
¿Cómo resolvió usted ese problema que le surgió?

Debido a que creía a la Biblia más que a la teoría de la evolución, decidí investigar la cuestión de la aparición de la Tierra y de su edad. Llegué a los descubrimientos increíbles e intentaré explicarlos de una forma fácilmente comprensible.

La mayoría de las personas ha oído hablar sobre la vitamina C. La fabrican ciertas plantas, y el hombre es capaz de producirla en forma de pastillas efervescentes. Si colocamos una pastilla de esta vitamina en un vaso de agua, empezará a disolverse haciendo burbujas en el agua. Supongamos que una pastilla necesite un minuto para disolverse liberando burbujas en el agua.

¿Qué pasaría si colocásemos una pastilla de la vitamina C en el agua y a continuación dejamos el vaso con agua en el congelador? El congelador necesitaría unos quince minutos para helar el agua. ¿Encontraríamos al cabo de 15 minutos burbujas procedentes de la descomposición de la pastilla?

Por supuesto que no, porque el proceso de la descomposición de la pastilla es mucho más rápido que el proceso de congelar el agua. Pero, si usted ve el vaso de agua congelada con las burbujas procedentes de la descomposición de la pastilla de la vitamina C, ¿qué concluiría? La única posible conclusión es que se trata de un modelo de congelador que sea capaz de congelar el agua más rápidamente de lo que sea necesario para la disolución de la pastilla – es decir en menos de un minuto.

Es decir, si tuviéramos delante de nosotros un vaso de agua con las burbujas dentro de hielo, procedentes de la pastilla de la vitamina C, podríamos sacar al menos dos conclusiones:

1.        Alguien ha colocado una pastilla de la vitamina C en el agua.
2.        El agua en el vaso se ha helado en menos de un minuto, porque en el agua se encuentran burbujas procedentes de la pastilla disuelta.

Le he presentado este ejemplo con agua, vitamina C y congelación para que pueda entender mejor lo que he descubierto.

Ya hemos dicho que en las plantas ocurren ciertos procesos en los cuales aparecen vitaminas, entre ellas vitamina C. Por otra parte, en las rocas ocurren procesos según los cuales determinados elementos químicos se disuelven y de esa forma crean determinado tipo de “burbujas” en las rocas.

En concreto, en las rocas encontramos con mucha frecuencia millones de átomos de uranio inestable, agrupados conjuntamente en un punto microscópicamente pequeño, que a su vez se están descomponiendo. Durante su descomposición, ellos expulsan pequeñas partículas en todas las direcciones. De ese modo forman pequeñas incisiones esféricas en la roca en forma de burbujas. Algunos elementos inestables se descomponen en varios pasos, de forma que a menudo encontramos varias burbujas una encima de la otra. Si cortamos la roca justamente por el medio de estas burbujas, en el corte veremos circunferencias concéntricas.

Algunos elementos no estables se descompones más de prisa, otros más lentamente, pero sus burbujas de descomposición pueden dejar solamente en una roca firme. Si la roca es líquida, como es el caso de la magma volcánica, entonces no pueden aparecer burbujas – de la misma forma que la pastilla de la vitamina C no puede dejar burbujas en un agua líquida, sino congelada.

Ahora apliquemos nuestro conocimiento sobre las “burbujas” en el cuestión de la aparición del planeta Tierra. Es conocido que la mayor parte de nuestros continentes está formada por las rocas de granito. Sin embargo, durante muchos años no se sabía cómo apareció el granito, porque en ninguna parte de la naturaleza se puede observar su aparición, ni tampoco es posible obtenerlo en el laboratorio. Muchos científicos han aceptado debido a ello, que la principal roca de nuestros continentes – granito, ha aparecido durante el enfriamiento del magma volcánica durante varios millones de años. También muchas personas  se imaginan la aparición de planeta Tierra, viendo un planeta en forma de magma que se va enfriando durante largos periodos de tiempo.

Sin embargo, yo he descubierto algo totalmente contrario. Es decir, en todos los continentes, en granito, han sido encontradas burbujas de un elemento químico inusual. Se trata de polonio, el cual se descompone en tan solamente unos minutos.

Se realizaron investigaciones científicas detalladas para comprobar este descubrimiento y los resultados han sido confirmados. De forma que ha sido confirmado que nuestro planeta no ha sido un magma de elevadísima temperatura durante varios millones de años, sino que apareció en un tiempo inusualmente breve – como mucho durante varios minutos.

Lo que hace que este descubrimiento sea más increíble todavía, es que este tipo de polonio, el que dejó burbujas en granito, no existe en la naturaleza de forma aislada, sino como parte de una cadena mayor de descomposición, como es el caso de la cadena de la descomposición de uranio.

Es decir, de la misma forma que la vitamina C no aparece en la naturaleza de forma aislada como una pastilla, este tipo de polonio no aparece de forma aislada en ninguna parte en la naturaleza, como un elemento químico independiente.

En el caso del agua congelada con las burbujas de la vitamina C, hemos podido sacar dos conclusiones:
1.        Alguien ha colocado este tipo de polonio en granito.
2.        Granito se solidificó en tan solamente unos minutos.

Hay que mencionar que a pesar de muchos intentos, nadie hasta ahora no ha conseguido  reprobar este descubrimiento.

Estas conclusiones con claridad indican a Aquel que ha colocado el polonio en granito y nos dejó pruebas de la creación del planeta Tierra en un tiempo muy breve – precisamente tal y como consta en Su libro – Biblia. Por eso estos descubrimientos en granito llamo “huellas de los dedos de Dios”.

¿Cómo han influido estos descubrimientos en vuestro trabajo?

Durante muchos años he trabajado en el almacenamiento de los residuos radiactivos en granito, de forma que he podido observar en detalle las muestras de granito. Además del descubrimiento de polonio en granito, que indica la Tierra fue creada en poco tiempo, he descubierto también grandes cantidades de helio en granito. Es un gas que desaparece muy rápidamente y desaparecería por completo de granito si este tuviera la edad de millones y miles de millones de años. Pero grandes cantidades de helio presentes en las capas más profundas de granito indican una edad muy reciente de nuestra Tierra, apenas unos miles de años – precisamente tal y como lo afirma la Biblia.

En ese tiempo tuvo lugar el juicio en el estado de Arkansas, porque en ese estado se iba a implantar en los programas escolares, además de la evolución, también la ciencia sobre la Creación bíblica – conocida como creacionismo. Una muy influyente organización no gubernamental, AKLU, denunció al estado de Arkansas por esa decisión, justificando que con esa disposición se infringe la constitución de los EE. UU. en el que se afirma la separación entre el estado y la religión.

Los gobernantes de Arkansas han oído sobre mis descubrimientos y me han invitado ser testigo de la defensa en el juicio – con el fin de defender el estado de AKLU. El director de Oak Ridge Laboratory, para el que trabajé entonces, me llamó discretamente la atención sobre la inconveniencia de ser testigo en ese juicio, porque si no, sería rescindido mi contrato con el laboratorio. A pesar de ello, he aceptado ser testigo en el juicio.

¿Cómo se ha desarrollado el juicio?

Los primeros siete días de juicio, los científicos evolucionistas más renombrados, contratados para AKLU, exponían delante del juez las supuestas pruebas de la evolución. Los medios de comunicación más conocidos de América y del mundo informaban sobre “las brillantes pruebas a favor de la evolución presentadas por los testigos de los denunciantes”. Al cabo de los siete días expuse las pruebas a favor de la Tierra joven y de casi momentánea creación de nuestro planeta. Ninguno de los medios de comunicación más influyentes informaba sobre ello – solamente medios locales informaban sobre ello por medio de breves artículos.

Después de mi convincente exposición, el juez Overton llamó a declarar a uno de los mayores expertos evolucionistas en el campo de geología, al Dr. Brent Dalrymple, con el fin de que intente explicar mis descubrimientos. Dr. Dalrymple encogió los hombros y dijo que ahora mismo no es capaz de explicar mis descubrimientos sobre granito y que eso para él ahora mismo es un “misterio”. Pero añadió que no debemos preocuparnos por ello porque la ciencia pronto será capaz de explicar este pequeño misterio de la creación.

El juez Overton ha aceptado esta “explicación” y sentenció a favor de AKLU. El estado de Arkansas tuvo que desistir de la introducción de creacionismo en los programas escolares.

¿Cómo ha sido acogido en su trabajo?

Pronto he sido despedido con la justificación de que no era necesario continuar con su colaboración.

¿Qué dirección ha tomado su investigación posterior? ¿Qué implicación tenía este juicio para su vida?

Según las palabras del Dr. Dalrymple, “pequeño misterio de la creación”, he escrito el libro “Pequeño misterio de la creación” en el cual he explicado mis razones. También he realizado dos videos con bastante material sobre la Tierra joven y su rápida creación. Me agrada que el Centro para los estudios de la creación de Belgrado (creo que son los que dirigieron la entrevista) ha publicado mi libro y vídeo material de modo que un público más amplios pueda conocer estos importantes descubrimientos.

¿Nos puede decir unas palabras a modo de conclusión?

Puedo decir que la ciencia, especialmente en los últimos decenios, ha descubierto muchas pruebas que en detalle confirman la autenticidad de la Biblia.

Reflexión final (por Milenko Bernadic):

Se nota la mentalidad protestante de Robert Gentry. Pero respecto a sus hallazgos, debo confirmar que están totalmente en la sintonía con lo que hemos defendido en el libro Sin embargo no se mueve: el firmamento y la Tierra fueron creados en primer lugar (firmamento sin cuerpos celestes), lo dice la Palabra de Dios y la razón lo confirma, luego la luz y luego los demás cuerpos celestes, plantas y animales.

Sin embargo, es de notar un aspecto. Incluso bastantes protestantes llamados creacionistas no simpatizan con el geocentrismo. O al menos lo dejan de lado. ¿Por qué? Pues porque los mismos padres de la Iglesia que rechazaron las herejías de Lutero, defendieron con total firmeza y convicción la interpretación de la Biblia según la Tradición y el común parecer de los Padres de la Iglesia. Fue precisamente la Iglesia de la época de Trento, la misma que rechazó el libre examen y la interpretación de los textos sagrados, la que defendió la Escritura. He aquí, pues, que los mismos protestantes tan enfrentados con la evolución, debido a lo apegado a su presupuesto “teológico”, según el cual olvidan las palabras del mismo San Pablo a Timóteo: “la Iglesia es el pilar y el fundamento de la verdad” (1ª Tim 3, 15). No sola scriptura, un presupuesto que “defiende” el libre examen, y que por el contrario no está presente, no existe, en ningún lugar de la Escritura. Y he aquí que la Iglesia que condenó a Lutero, esa misma Iglesia, la nuestra, la Católica, la misma que la de hoy, ha sido la que defendió a la Escritura.

Porque muchos creen equivocadamente que Galileo fue juzgado como científico; no, fue juzgado como católico. Porque interpretó la Escritura a su parecer. En ese sentido Galileo fue precursor de los modernistas que iban a venir, y vinieron en legiones muy numerosas. Pero no prevalecerán. No pueden. Es imposible.

Pero no solamente los protestantes (ciertamente, no todos), son escurridizos respecto a geocentrismo. Se apunta todo quisque. A diestro y siniestro: los sedevacantistas, la FSSPX, los modernistas. Porque ellos también quieren llevar su tajada. Es que les interesa mucho mostrar cómo un papa se equivocó. Hasta el Cardenal Newman decía “¿es que era infalible el Papa cuando perseguía a Galileo?”. Los papas (no uno sino varios implicados) no es persiguieron a Galileo, sino defendieron la Escritura de las erróneas interpretaciones, que es bien distinto. Y es fue su deber, que cumplieron como vicarios del que es la Verdad, el Camino y la Vida.

Por último, hay muy pocas ideas que defienden tanto al hombre, su hábitat, su ecología, su lugar en la sociedad y la sociedad misma, como ocurre con el geocentrismo. Todo fue creado para el hombre. Fíjate si el hombre es importante. De allí, atentar contra el hombre, es atentar contra Dios, contra su plan salvífico, contra la corona de su creación. Contra aquel ser cuyo cuerpo quiso tomar Dios.

Geocentrismo no es prueba de la existencia de Dios, pero lo indica muy claramente. Si la Tierra está en el centro del universo, la mente vuela hacia la idea de que alguien la colocó allí. Es esa la idea la que se quiso imponer finalmente, la de expulsión de Dios de la mente del hombre y de la sociedad. Para que pueda gobernar el que no ama al hombre.

Me pregunto si hay otro caso tan significativo en el que queda claro que, como decía Bloch, que Dios es el mayor problema del hombre.